Esta receta es deseada por muchos, pero alcanzada sólo por aquellos que perseveran en el afán de conseguirlos objetivos planteados, especialmente los relacionados al ámbito empresarial, donde la popular interrogante es recurrentemente utilizada. Esta nota, en parte, te acerca a conocer esa anhelada respuesta que podría llevarte a saborear las mieles del éxito, pero además podrás darte cuenta, que más allá del incuestionable mérito que tienen las elaboradas estrategias publicitarias, la calidad de aquello que ofreces siempre será tu mejor carta de presentación.
Sería muy difícil desde la opinión de quienes han iniciado aquella compleja pero emocionante travesía llamada emprendimiento, puntualizar la fórmula particular para llegar al éxito, ésta no existe, o al menos no una sola, pues, la vida y su dinámica no se rige por leyes naturales, por ende, cada experiencia es única y un sin número de ellas nos da la oportunidad de fabricar infinidad de posibles soluciones.
Es por esta razón, que no existe nada más incierto que concebir al éxito como el producto de una receta secreta o de un golpe de suerte, todo lo contrario, es consecuencia del trabajo y empeño impreso en un proyecto que hace soñar al más apasionado de los emprendedores con verlo realizado. Por tanto, para lograrlo no hay un patrón único que pueda ser calcado exactamente de las experiencias propias o ajenas, pues, se perfilan numerosos caminos, cada uno delineado con las características propias del emprendimiento asumido, lo que sugiere prestar mucha atención a los detalles del mismo.
Por ello, la publicidad adquiere un papel significativamente notable cuando se trata de hacer conocer lo que haces, es todo un arte que te acerca a las masas, cautivándolas subliminalmente en muchos casos. Esto nos lleva a corroborar que para nadie es un secreto que las estrategias de mercado buscan captar tu atención por medio de la sugestión, de los colores proyectados ante tus ojos, o del sonido de pegajosas frases, direccionándose así hacia la trayectoria deseada.
La publicidad es entonces una ciencia comprobada y ciertamente constituye un importante eslabón en esa búsqueda de los objetivos. Pero, lo verdaderamente simpático radica en que ninguna de las habilidades mencionadas podría mantener un éxito sostenido en el tiempo sin considerar el concepto de calidad, ella se viste de protagonista en el mundo corporativo, al ser la principal carta de presentación del producto que ofreces. Miltón Hershey, emprendedor entusiasta de finales del siglo XVIII y autor de la frase que hoy da nombre a esta nota, pudo notarlo.
Además Destacó que, de las estrategias publicitarias tradicionalmente usadas en esa época, la calidad de su producto era una de las mayores referencias que le atribuyeron una aceptación exponencialmente creciente en el mercado, llevándolo a crear la simple pero motivadora frase que resalta la esencia de su éxito. “Dales calidad. Es el mejor tipo de publicidad”, un pensamiento que se ancla en la mente del irreverente sediento de nuevos retos.
En consecuencia, son tantas las fórmulas que existen como proyectos posibles, el éxito estará siempre detrás del cruce de un sinfín de senderos. Por su parte, las estrategias de marketing siempre serán de gran valor publicitario, sus cualidades les han otorgado un puesto de honor en el mundo corporativo, pero sin duda alguna, si lo que buscas es cumplir con las expectativas del consumidor y emprender un camino prospero, la calidad siempre será tu mejor publicidad.
H.L